Prólogo.
En latín “spatium” refiere a un intervalo espacial-temporal definido por un margen de partida y otro de final, delimitado por alguna entidad tangible o intangible. La indivisibilidad entre espacio y tiempo del término “spatium” viene del método de medir una distancia a través de la temporalidad con que una entidad, un cuerpo, una materia, una onda o un motivo atraviesan un cierto espacio. El “spatium” se caracteriza por una naturaleza que no puede ser explicada en términos puramente espaciales, sino en una dinámica relacional de intensidades que se traduce en una presentación directa del tiempo (Deleuze, 2002).
“Spatium”, según intervalo espacio-temporal, se ve condicionado por un movimiento entre la materia que define el espacio, la materia que contiene el espacio, la materia que frecuenta el espacio, que lo interviene y lo recibe. Materia que es afectada por la “Vox”.
La “vox”, también del latín, refiere al sonido que emiten humanos y no-humanos. El ejemplo más simple sería la voz humana y el timbre de un instrumento. Cuando nos referimos al espacio físico, la “vox” es aquel componente efímero que es propio y único de cada espacio y que utiliza el campo material para mover información sonora. La “vox” da forma al “spatium” y el “spatium” da forma a la “vox” a través de una onda que excita cada partícula de la materia y que se manifiesta en forma de sonido. La ontología del sonido radica en una premisa molecular común a los estados de la materia, donde la onda sonora hace vibrar y resonar los componentes materiales del espacio (Gershon, 2013).
Propósito.
Esta exposición explora la conformación espacial a través del sonido que se devela desde la experiencia artística de una deriva-expedición. La experiencia se expone a modo de bitácora de viaje y refleja aquellas percepciones espaciales que genera la acción sonora. Se utilizan como herramienta primordial las propias sensaciones, como canal de acceso al conocimiento sensible del espacio.
La travesía en sí deambula por una selección de espacios con un gran interés acústico y revela una tendencia natural de encauzar la investigación hacia los espacios entrópicos de la humanidad. De este proceso artístico se desprenden un imaginario sonoro y una narrativa de la cual surgen intersecciones relevantes entre práctica y reflexión teórica que hacen brotar una serie de problemáticas relacionales que someten a cuestionamiento los procesos entrópicos que van degradando las espacialidades hacia una realidad posthumana.
“Vox Spatium” es el despliegue del espacio en el tiempo en formato de sonido:
el sonido es tiempo,
el tiempo es espacio,
el espacio es sonido.
Metodología.
La metodología a utilizar en cada caso de estudio es la comparación de reacciones acústicas mediante un impulso sonoro IR. En esta acción participan el cuerpo como entidad ejecutora, el espacio como entidad reactiva y nuevamente el cuerpo como entidad receptora y creadora de sensaciones espaciales. En este estudio los actores se someten a un diálogo de interacciones e intensidades que surgen de una acción in situ generada por la explosión de un globo. Este método es una acción que modifica las condiciones sensoriales del espacio mediante un amplio espectro sonoro producido por la explosión. Esta acción performática es el origen de una serie de conexiones entre el cuerpo y el espacio, donde el cuerpo ejecuta, el espacio filtra y vuelve al cuerpo que recibe la información lanzada por la explosión. Los resultados de esta acción reflejan únicamente este diálogo (espacio-sonido-cuerpo) desde una experiencia personal, con el objetivo de plasmar un nicho transdisciplinar que da cuenta de una arquitectura audible, sin considerar estudios técnicos relativos a la arquitectura acústica (aplicada en salas de concierto) ni a los estudios urbanos y territoriales de paisaje sonoro.
“Vox Spatium” es
un viaje sonoro que traspasa molécula a molécula, átomo a átomo, trazando un recorrido vibratorio de propagación, un efecto en cadena que construye una orquestación melódica o disfónica de diversas frecuencias que se conjugan de manera rítmica o arrítmica en una sinfonía de intensidades.
la respuesta acústica que define el carácter de un entorno y que da forma a la personalidad del espacio, que se gesta en la personificación de la realidad construida y en la animación de lo estático a través de su capacidad sonora.
la transducción de la arquitectura en sonido, un espejo que devuelve la imagen visual en formato audible, un efecto sinestésico que interpreta las sensaciones espaciales como sensaciones acústicas.
el diálogo entre un sonido lanzado al aire y la realidad construida que lo contiene, lo moldea y lo esculpe, como una pedalera de efectos a escala humana (y suprahumana) que actúa de filtro interviniendo los sonidos que ingresan a ella.
una secuencia de experiencias sonoras que suceden en una cronología lineal y que convergen para entregar una respuesta sensorial de la realidad física, una construcción de sensibilidades que construyen la atmósfera que las envuelve.